(Mensaje de la Serie, "Entendiendo a Pablo") "¿ESTA 'LA LEY DE YAHWEH,' CONTRA 'LA GRACIA DE YAHWEH'?"
Mucha gente cree que la Ley y la Gracia son totalmente antagónias, queridos míos. Shalom y saludos afectuosos a todos de parte de este humilde servidor de Yahushua Ja Mashiaj y de Ustedes, de nombre Rafael. Amados, veamos a continuación cual es la relación correcta entre la GRACIA y la LEY de Yahweh...ya que ambas nos fueron dadas por El.
Queridos míos y del Cordero Yahushua, hay en el hombre una molesta tendencia a confundir los principios de la ley con los de la gracia, de tal manera, que ni la ley ni la gracia puedan ser bien comprendidas. A tales personas Yahweh los llama "indoctos." Y hacen al apóstol Shaul o Pablo el culpable de ello. Amados, el resultado de esto es que la ley es despojada de su austera e inflexible majestad y perfección, y la gracia de sus divinos atractivos y misericordias. También, las santas exigencias de Yahweh permanecen sin respuesta, y el sistema anormal creado por los que así tratan a "la ley y a la gracia," ¡ni llena ni satisface las profundas necesidades del pecador!
¿Cómo podríamos describir LA LEY sin quedarnos cortos de atributos? Amados, ¿y cómo podríamos conceptuar LA GRACIA sin que nos pasara lo mismo...?
Según trasciende por todo lo que la Torah revela, queridos amigos y amigas, la Ley es la expresión de lo que el hombre a ojos de Yahweh debiera de ser, mientras que la gracia demuestra lo que Yahweh es porque el hombre se queda corto de las espectativas. ¿Cómo, pues, pueden formar unidas un solo sistema? En verdad luce muy complicado, queridos míos. ¿Cómo podría salvarse el pecador, en parte por la ley y en parte por la gracia? ¿Imposible? ¿Sería absolutamente necesario e imprescindible que sea salvado por la una ó por la otra? Vamos a ver lo que dice la Escritura, queridos míos. Vamos a ver cuando en sí apareció LA LEY, y cuando apareció LA GRACIA....y ver que mas averiguamos:
“La ley por Moisés fue dada: más la gracia... por Yahushua Ja Mashiaj fue hecha.” De modo que antes no había tal cosa como "la gracia." En la ley no había gracia ni misericordia, queridos míos: “El que menospreciare la ley de Moisés... muere sin ninguna misericordia.” Hebreos 10:28. Uf, ¡que terrible! ¡Con razón ninguno de aquellos yisraelitas que salieron de Egipto entraron a la Tierra Prometida! (Bueno...excepto "Josué y Caleb"---DOS NADAMAS) “Maldito el que no confirmase las palabras de esta ley para cumplirlas.” Deut. 27:26. ¡Válgame, otro "trago amargo"!
De manera que el lenguaje de la gracia no es en el monte Horeb en Sinaí donde se debe de ir a buscar. Yahweh se manifiesta allí rodeado de una majestad espeluznante, y en medio de "tempestad, truenos, relámpagos y fuego," advierte a Su Pueblo Kodesh---aclaro, que de "kodesh" todavía no tenía ni un pelo, pero de todas formas Yahweh lo ESTIMABA como kodesh---que no se acercase al Monte, que se mantuviera lejos, porque “cualquiera que tocare el monte de seguro morirá.”
Amados, aunque Ustedes lo crean, en ese Yahweh Elojim de la montaña sagrada y humeante había gracia, pero la misma todavía estaba bastante escondida de nuestra comprensión.
Comoquiera, ¡aquellas circunstancias no son las que normalmente uno pensaría que acompañan una dispensación de gracia y de misericordia! Pero no podemos obviar el hecho que desde ese momento Yahweh estaba encajando las ruedas de engranaje que pondrían a funcionar las subsiguientes etapas de Su maravilloso Plan Kodesh para la redención del ser humano. A simple vista, no parecía haber ninguna gracia ni misericordia. En cambio, encajaban perfectamente en una dispensación de verdad y de justicia. La ley no era otra cosa que perfección, verdad y justicia (entiéndase "rectitud" en todos los sentidos de la palabra). En Su Ley Santa, Yahweh declara lo que el hombre debe hacer ...y lo maldice si no lo hace. Lo maldice con LA MUERTE. Por tanto, ¿cómo podría el hombre obtener la vida por la ley? La verdad es, como Pablo nos enseña, que “la ley entró para que el pecado creciese,” (Romanos 5:20), o mejor explicado, para que el pecado SE MANIFESTASE o SE HICIERA PATENTE en toda su expresión. Queridos míos, esto fue así, porque Yahweh ya no quería que el pecado quedase mas oculto ni escondido ante los ojos del Pueblo, ni que el Pueblo quedase ignorante hacia el pecado por toda la vida, ni expuesto a él y a su aguijón por motivo del "desconocimiento de la Ley."
La Ley kodesh de Yahweh era, en cierto sentido, como un espejo perfecto, enviado a la tierra para revelar al hombre cuanto se había desfigurado moralmente. Amados, ahi se reflejan su perfección y su imperfección a la misma vez. Pero si tiramos un plomazo perfectamente justo a lo largo de un tronco tortuoso, el plomo ciertamente nos mostrará las desviaciones del árbol, pero no lo enderezará.
Cuando Yahweh proclamó la ley, el Pacto basado en " las obras de la Ley" desde lo alto de aquel Monte Horeb en Sinaí, envuelto en fuego, El lo hizo en un idioma y dirigiéndose exclusivamente a un sólo pueblo. Noten que Yahweh los estaba rescatando, ¡los estaba sacando de Egipto! Y le dió Su Ley en "tablas de piedra." En tablas "externas," que simulan los "corazones endurecidos" de la gente yisraelita. No olvidemos que nuestros padres ancestrales yisraelitas pidieron que les fuera dada aquella Ley cuando tal vez muy apresuradamente y optimistas le prometieron a Yahweh: "¡haremos TODO cuanto Tu nos ordenes!" ¡Sin tener la mas remota idea de en lo que se estaban metiendo!
Pero cuando el Mashiaj Yahushua resucitó de entre los muertos, envió a Sus mensajeros de salvación y les dijo: “Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura.” Amados, el "caudaloso río" de la maravillosa gracia de Yahweh, cuyo lecho había sido descubierto por la Sangre del Cordero, debía desbordarse por la energía del Espíritu Santo, mucho más allá del estrecho recinto de lo que podría ser el Pueblo de Yisrael y derramarse en abundancia sobre un mundo totalmente manchado por el pecado, Yisrael incluída. Yahushua daba ahora la Ley internamente escrita en "tablas de carne," o en "corazones ablandados." Cuando Yahweh le dió la ley a Moisés, y éste bajó del monte con la Ley escrita en las tablas de piedra, ¡aquel día tres mil yisraelitas fueron muertos de un cantazo! ¡Vaya bienvenida que dió la Ley al Pueblo!
¡Qué cuadro tan fiel de lo que era la dinámica de la ley tenemos en Éxodo 32, queridos míos; cuando Moisés desciende lleno de ira y arroja las tablas con la Ley al suelo, ante la realidad del pecado del hombre; y las tablas se hacen pedazos, simbolizando la fragilidad de aquel pacto que el hombre no podría cumplir, y seguidamente la muerte de los tres mil como "bautismo de sangre" de aquel "pacto de muerte y de condenación" que los yisraelitas habían aceptado cumplir! En cambio, cuando descendió el Espíritu Santo por primera vez en Jerusalém en el día de Shavuot o Pentecostés, ¡tres mil muertos en delitos y pecados fueron salvados! ¡Que hermoso paralelo!
Queridos míos, si vamos a ver, la Ley es como un acreedor que nos asfixia cada día con las cuentas, exigiéndonos que le paguemos hasta el último céntimo de una deuda que aumenta por momentos, ¡mientras que nosotros estamos cada vez en peores condiciones económicas! ¡Eso es lo que hace la Ley! ¡La Ley, por su inherente perfección, siempre está adelante de nosotros, y nosotros corriendo detrás de ella inútilmente tratando de alcanzarla!
Ahora bien, queridos amigos y amigas, la Ley no tiene contemplaciones, ni negocia ni rebaja la deuda, ni perdona un solo céntimo al deudor. Mientras el pecador no contemple así la ley---tal como es---como a un cobrador "de entraña de piedra” y sin misericordia alguna, ¡está teniendo un concepto errado y demasiado ingenuo de lo que en realidad es la Ley! La Ley es SANTA, amados míos, ¡pero no porque Yahweh la estime santa, sino porque en realidad LO ES! ¡La Ley es SANTA y es PERFECTA...pero el hombre NO! Ahora bien, Yahushua, como autor y causante de la gracia, es como un Mediador entre dos, digamos deudor y acreedor, que dándose perfecta cuenta de lo implacable del acreedor y de la insolvencia del deudor, se presenta a pagar El la deuda, ¡toda la deuda pasada, presente y futura! ¿Por qué lo hace, queridos míos? Porque El es sabio, justo, amoroso, y por tanto es también misericordioso. Cuando la ley y la gracia no se ven así, es que no se ven como son. Yahweh y Yahushua saben que "la Ley nos queda demasiado grande" y que sin su ayuda no la podemos guardar ni ser salvos por ella. Pero con su ayuda, SI PODEMOS.
Muchos religiosos, entre los que están los católicos romanos, los adventistas, los testigos de jehova y otros, hacen una mezcla de gracia y ley, del Mashiaj y de las obras, que talmente parece que la ley perdona la mitad y el Amo paga la otra mitad. No, amados, la deuda está salda desde que comenzamos y hasta que terminamos, ¡pero tenemos que guardar la Ley para podernos acoger a esa misericordia cuando en algún momento la transgredamos! ¡Así es que funciona LA GRACIA! Pero tampoco es como para que pequemos deliberadamente "para que abunde la gracia,'' como expuso Shaul. Mas bien es como si Yahushua nos salvara, y luego cada uno de nosotros tuviera que salvarse otro poco para no volver a caer en pecado, pero en una salvación que está basada en que El es quien ultimadamente siempre nos salvará. Amados, Yahushua les salva si Ustedes tratan de cumplir la ley, o a lo menos, desde determinado momento de su llamado, ¡que sería cuando Yahushua se las vaya escribiendo en sus corazones ablandados!
Amigos y amigas, decir lo contrario sería despojar a Yahushua de Su hermosura, y a la Ley de su ira. Algunos creen que la ley y la gracia nunca jamás estarán de acuerdo, y es por la falta de comprensión de lo que dice en Hechos 15:10-11: “Ahora pues, ¿por qué tentáis a Yahweh, poniendo sobre la cerviz de los discípulos yugo (esto es la Ley) que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido llevar?” Amados, aquí arriba Yahushua no se está refiriendo a la Ley perfecta y Kodesh de Yahweh, ¡sino a la Ley Rabínica de los fariseos---quienes "invalidaban la Ley de Yahweh poniendo en su lugar andamientos de hombres."
¡Ahí sí que la ley era un yugo imposible de llevar, antes, ahora y siempre, queridos míos! No solo imposible, sino VANO, porque si la Ley de Yahweh por si sola no puede salvar a nadie, ¡la de los hombres que no es kodesh, MUCHO MENOS! ¿Cuál era, entonces, la esperanza de salvación de los apóstoles? “Ante todo, por la gracia del Mashiaj Yahushua creemos que seremos salvos.”
El diccionario define la “ley” como: “Regla obligatoria,” y a la “gracia” como: “Favor que hace uno sin estar obligado a ello.” Una corta definición de gracia pudiera ser: “el amor y favor de Yahweh para con los que no lo merecen.”
Yahushua ofrece la salvación, queridos amigos y amigas, la vida eterna; y el hombre no tarda más en tener acceso a ella, que lo que tarda en aceptarlo por fe. Ese es el principio de nuestra fe. En todo este principio las obras del hombre ---sean por guardar la Ley kodesh de Yahweh o la de la Ley de los rabinos---¡no entran en juego para nada! ¡Las obras, por si solas, no salvan a NADIE! Las obras SIN FE no son aceptas ante el Padre Yahweh tampoco, queridos míos...pero TAMPOCO LA FE SIN OBRAS. Pero se empieza siendo salvos por GRACIA...por la gracia de Yahweh...como un acto unilateral del amor Suyo hacia nosotros. Luego se nos requiere creer en esa gracia y tener FE en que esa gracia salva a los pecadores que se arrepienten.
¡"Sin fe es IMPOSIBLE agradar a Yahweh," queridos míos---por mas gracia que nos haya derramado! Y luego tenemos que tener obras santas y rectas, que vienen por guardar la Ley que es santa y recta....porque como ya antes hemos explicado, "por obras" no seremos salvos, ¡pero "sin obras" ciertamente seremos destruídos! El hombre es salvo desde que cree, ó si no, ¿qué dicen estos versículos de la Palabra de Yahweh?: “De cierto, de cierto os digo: El que oye Mi palabra, y cree al que Me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida.” (Juan 5:24) ¿Quién dice ahí que tendrá vida eterna?
Dicen algunos errados, “El que oye y cree, sin nada de obras." Pero dice Yahushua, el que oye Mi Palabra y cree, “tiene vida eterna.” O sea, mis amados, que aparte de creer, hay que OIR SU PALABRA. ¡Hay que oír lo que El dice! Y una de las cosas que mas El dice es que hay que OBEDECER. O sea, que el que oye, tiene que tener obras y tiene que guardar la Ley que guardó El y que guardaron todos sus apóstoles y discípulos, queridos míos, porque la Escritura también dice que "la Fe SIN OBRAS ES MUERTA." ¿Cuándo se tiene acceso a la vida eterna? Desde el momento en que se oye y se cree.
¿Qué es lo que hace la ley? Dice Pablo: “La ley obra ira.” (Romanos 4:15). Precisamente la gracia viene en auxilio del que es perseguido por la ira de la ley. Por eso es que la salvación “es por fe, para que sea por gracia.” (Romanos 4:16). ¿Para qué fue puesta la ley? ¿Para que el hombre fuese salvo por ella? No. “La ley empero entró para que el pecado creciese.” Y esto es lo único que hace la ley, aumentar el pecado; pero gracias a Yahweh que cuando el pecado creció, por el ministerio de la ley, “entonces, sobrepujó la gracia.” (Romanos 5:20). No quiere esto decir que la Ley sea pecado ó que sea mala, nada de eso, queridos míos; ¡el pecado donde está es en el hombre, siendo nosotros los malos, ya que la ley en sí es buena! Pero como nosotros no somos buenos, la ley nos condena, amigos y amigas; ¡y la Ley no tiene misericordia ni se compadece de nadie cuando se quebranta, por la maldición que tiene incrustada en ella! De aquí precisamente la suprema necesidad del antídoto de la ley, ¡la gracia! De manera que el que se quiera salvar por cumplir la Ley es porque “ignorando la justicia de Yahweh y procurando establecer la suya propia, no se sujeta a la Ley de Yahweh." (Romanos 10:3).
Y ahora vamos a citar un versículo que dice algo, tanto como que se malinterpreta como la incompatibilidad y lo irreconciliable de que el pecador pueda ser salvo por gracia y por guardar la Ley al mismo tiempo. Nos referimos a Romanos 11:6, queridos míos: “Y si por gracia, luego no por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.” Esto demuestra que la salvación no puede ser por gracia o por obras separadamente; tiene que ser gracia sola y por obras juntas. Y, ¿a qué obras se refiere aquí? ¿Se refiere a la Ley? Puede verse comparando el texto citado con Romanos 3:20, donde dice: “Porque por las obras de la Ley ninguna carne se justificará delante de El.” Las obras por si solas no llevan a nadie a la salvación, porque proceden de guardar una Ley que no podemos guardar perfectamente. Esas obras necesitan de algo "mas" cuando invariablemente quedemos cortos. Ese algo "mas" es la GRACIA. Y escribiendo Pablo a los gálatas (2:16) les decía algo muy similar: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Yahushua Ja Mashiaj." En Efesios 2:8-10, dice: “Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Yahweh." Aun de la fe no se puede gloriar el hombre, queridos míos, porque también es don de Yahweh. “Por gracia sois salvos por la fe...”, y añade Pablo para que no haya lugar a dudas: “no por obras, para que nadie se gloríe.” Y afirma enfáticamente que la justificación es principalmente por fe, pero no solamente por fe. Pero la fe que alcanza la justificación delante de Yahweh, es una fe viva, una fe que cree y que obra en consecuencia; por eso dice Pablo: “Por gracia sois salvos por la fe... no por obras.”
Pero cuando el creyente ha sido salvo por gracia, mediante la fe, y ha sido regenerado por el Espíritu Santo, Pablo afirma que el fruto de la justificación por la fe, la salvación por gracia, será una vida de obras abundantes que justifiquen. ¿A quién? ¿Al hombre? No, que justifiquen la fe, la fé que salvó al hombre de fé. O sea, la fé justifica al hombre. Pero sólo si esa fé suya está bien acompañada de buenas obras. Por eso dice: “Porque somos hechura suya, criados en Yahushua Ja Mashiaj para buenas obras, las cuales Yahweh preparó para que anduviésemos en ellas."
Amados, dice Pablo escribiéndole a Tito: “La gracia de Yahweh que trae salvación a todos los hombres se manifestó.” ¿Qué es lo que trajo la Ley a los hombres? Amados, la palabra de Yahweh responde: “La Ley entró para que el pecado creciese.” Luego, la Ley a pesar de ser “santa, justa y buena,” vino a ser para el hombre, un “ministerio de pecado," de “ira”, de “condenación” y de “muerte,” queridos amigos y amigas; y estamos citándoles las palabras textuales del apóstol Pablo en Romanos y segunda de Corintios. ¡Pero la gracia de Yahweh trae a los hombres salvación! ¡Jaleluyah!!
Salvación, “no por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por Su misericordia nos salvó... para que justificados por Su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna” (Tito 3:4-7). ”Así que concluimos ser el hombre justificado por la fe, aparte de las obras de la ley.” (Romanos 3:28). Y el hombre justificado, por el único medio que puede serlo, por la gracia de Yahweh, ya “no está bajo la ley sino bajo la gracia” (Romanos 6:14). Esto está claro, queridos míos, como pocas cosas pueden estar claras en el mundo. Rafael